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Cocina y encuentros serios: nuestra mejor receta

Actualizado por última vez en: 12 enero, 2018

El amor se te echa encima cuando menos te lo esperas. Como solteros, estas palabras han sonado frecuentemente en nuestra cabeza, así como las preguntas que suscitan: pero, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿cómo?

Son muchas las ocasiones de toparse con alguien en la vida, pero en realidad, ¿es suficiente con esperar a que el amor nos golpee en una esquina de la sección de detergentes o en plena sesión de ejercicio?

¡No! No hay que bajar la cabeza: si uno está motivado y sabe lo que quiere, no hay razón por la que no se pueda forzar (perdón, “ayudar”) al destino. Ha sido a través del estudio de las diversas posibilidades, como las páginas de citas en línea, el “speed dating” o las vacaciones para solteros que hemos descubierto un concepto simpático y sobre todo original: la cita culinaria. Pero, ¿de qué se trata?

A casi todo el mundo le encanta comer, la buena cocina… ¿Acaso no se sabe que la cocina une a la gente y que es un placer que se comparte? Pues bien, ¿por qué no juntar a los solteros alrededor de un buen plato cocinado con el máximo esmero? Hay muchísimas ideas que surgen en torno a esta propuesta de asociación entre cocina y cita amorosa.

Por ejemplo: cursos de cocina reservados exclusivamente a personas solteras. Se trataría de un cursillo íntimo en el que se trabajaría mano a mano, con la idea de preparar un buen plato o un buen postre, siempre con la posibilidad de conversar sobre la cocina o sobre lo que se quiera. Prescinda de ir si la cocina no es uno de sus placeres dado que el objetivo también es, en cierto modo, unir a personas basándose en un interés común.

O, por ejemplo, comidas organizadas entre solteros que no se conozcan. En lugar de comer solo(a) en su casa, participar en este tipo de comidas le permitirá unir al placer de un buen restaurante el de un encuentro amoroso. El principio que mueve a las páginas que proponen esto es simple: usted se inscribe reservando una plaza para comer, se elige a los participantes (a menudo entre 6) y después usted acude a la cita tal y como es y no paga sino la comida.

Estas propuestas nos parecen en general agradables porque los encuentros basados en intereses comunes siempre tienen más posibilidades de salir bien. ¡Usted encontrará, sin duda alguna, la receta que le corresponde!